Es la visualización del drenaje interno que se realiza mediante el uso de un lente especial con prismas que hace contacto con el ojo. Este nos permite ver el espacio entre la córnea y el iris que es donde queda este drenaje llamado malla trabecular.
En este procedimiento, el médico puede determinar si el ángulo está abierto, estrecho o cerrado,
si hay cicatrices, depósitos de pigmento, desgarros, adherencias o malformaciones. Este examen es crucial porque determina el manejo médico o quirúrgico de cada paciente.