La cirugía refractiva es un conjunto de procedimientos quirúrgicos que se realizan en los ojos para corregir problemas de visión como miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia. Es una cirugía única y adaptada a cada ojo, lo que requiere un estudio previo exhaustivo de la forma y funcionalidad del globo ocular. Se debe analizar en detalle la forma y el grosor de la córnea, la pupila con luz en diferentes grados de intensidad, la superficie del ojo y la calidad de la lágrima, el tamaño del globo ocular en sus distintos ejes, el iris y la calidad visual.
Este tipo de cirugías tienen distintos métodos, los más comunes son LASIK (Laser-Assisted in Situ Keratomileusis) y PRK (Photorefractive Keratectomy), entre otros. Estos procedimientos utilizan láseres para remodelar la córnea, permitiendo que la luz se enfoque correctamente en la retina, mejorando así la claridad de la visión.
Beneficios de la Cirugía Refractiva
Para muchas personas, dejar de depender de lentes correctivos puede ser más cómodo y facilitar actividades diarias.
Aunque no suele ser frecuente, la cirugía refractiva puede tener complicaciones como infecciones, ojos secos crónicos, deslumbramiento y halos de luz. Estos procedimientos no siempre están incluidos en las EPS y pueden resultar costosos. Adicionalmente, no todas las personas son candidatas adecuadas para la cirugía refractiva, bien sea por factores como la delgadez de la córnea, condiciones oculares preexistentes o algunas enfermedades.
El glaucoma es una enfermedad ocular que daña el nervio óptico, a menudo causado por un aumento de la Presión Intraocular (PIO). Es por ello que si tienes glaucoma y quieres someter a alguna de estas cirugías, debes tener en cuenta los siguientes factores.
Los pacientes con glaucoma deben ser monitoreados de cerca durante la cirugía refractiva para asegurarse de que la PIO se mantenga en niveles seguros.
Los cambios en la córnea después de la cirugía refractiva, pueden comprometer la precisión de la medición de la PIO. Lo cual puede dificultar el monitoreo del glaucoma.
Aunque la cirugía refractiva no causa glaucoma, la manipulación quirúrgica puede, en algunos casos, influir en la PIO. Los pacientes con glaucoma deben ser evaluados cuidadosamente antes de contemplar la cirugía refractiva.
Si bien la cirugía refractiva ofrece muchos beneficios, incluyendo la mejora de la calidad de vida al reducir la dependencia de gafas y lentes de contacto, no está exenta de riesgos y no es adecuada para todos. Para pacientes que padecen glaucoma, es importante consultar a su oftalmólogo sobre los posibles riesgos y beneficios y cómo la cirugía podría afectar su afección ocular. La decisión de someterse a cirugía refractiva debe ser informada y cuidadosamente considerada, especialmente en el contexto de condiciones preexistentes como el glaucoma.